En los últimos años, España y Portugal han sido especialmente vulnerables al blanqueo de capitales a través del sector inmobiliario.
El informe de la OCDE de 2016 sobre el fraude fiscal y las vulnerabilidades del blanqueo de capitales que involucran al sector inmobiliario mostró que España y Portugal aún no han establecido las medidas integrales y necesarias para erradicar este problema y su vínculo con la corrupción.